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- Creemos que todas las vocaciones son un Don de Dios a la Iglesia para hacer presente el Reino donde nos toque desplegar nuestras vidas.
- Creemos que Dios Padre nos llama a todos a una única vocación: ser imágenes de su Hijo y que cada uno tiene que descubrir qué rasgo lo convoca y en qué estado de vida encarnar ese llamado.
- Creemos que Dios sigue llamando a jóvenes para hacer presente a Jesús, Maestro y Pastor, en medio de los niños y jóvenes, en el mundo de hoy, a través de la educación cristiana.
- Creemos que Dios sigue convocando a jóvenes a ser Hermanos Menesianos a través de las mediaciones humanas: trabajando con ellos, viviendo en medio de ellos, humanizando sus vidas y las nuestras, sensibilizándonos ante el sufrimiento humano, acompañándolos, haciéndonos preguntas juntos, etc.
- Creemos en un Dios que enviará su Espíritu Santo para ayudarnos a descubrir lo que quiere de la PV menesiana en esta porción de Reino.
- Creemos que Dios está presente y trabaja junto a nosotros con la esperanza de ver nacer Hermanos Menesianos en el Cono Sur.
- Creemos que tenemos que preguntarnos juntos, Hermanos y laicos, Hermanos y jóvenes, por la llamada de Dios a vivir el carisma menesiano en el Cono Sur.
- Creemos que debemos vivir lo menesiano con pasión y transmitirlo a los jóvenes en actitudes concretas, en compromiso y acciones donde ellos puedan palpar y descubrir la alegría de darse a los demás.
- Creemos que ser Hermano Menesiano es un don de Dios a la Iglesia y a la humanidad toda, y por ello estamos llamados a ser fieles creativamente al carisma menesiano.
- Creemos que una vida vivida con pasión, junto a otros, con entusiasmo y entrega genera preguntas.
- Creemos que estamos llamados a acompañar respuestas, con alegría y convicción.
- Creemos que las comunidades convocan por su talante existencial (alegres, contentas, esperanzadas y con horizontes de vida) o repelen (resignadas, tristes, acomplejadas, etc.)
- Creemos que si amamos a este mundo, “la confusión de Babel está al fin, una vez más, a punto de ser barrida por el viento de Pentecostés”.
- Creemos que en la medida que creamos en los jóvenes crearemos jóvenes capaces de arriesgar sus vidas por el proyecto Jesús, que los y nos supera.
- Creemos con Juan María que “los jóvenes son generosos y que sólo necesitan motivos para luchar”.