Por medio de estas líneas deseo compartir algunos aspectos de mi experiencia en la Sesión de Formación en Ploërmel. La convocatoria fue en nuestra Casa Madre, desde el 15 de julio hasta el 17 de agosto. La formación giraba en torno a tres ejes: Bíblico, Menesiano y Humano.
Los responsables de cada uno fueron los Hermanos Jean Pétillon, Miguel Ángel Merino y Guillermo Dávila respectivamente. Complementariamente, en forma semanal, realizamos peregrinaciones a lugares menesianos. Los más significativos para mí fueron:
- La casa de la infancia de Juan María en San Maló y la de sus abuelos en San Serván donde se dio el encuentro con Mons de Pressigny antes de su partida. La ciudad, la Catedral y sus murallas.
- La casa donde se crió el Padre Gabriel Deshayes en Beignon y la Parroquia de Auray.
- La Capilla del Padre Eterno en Auray donde se produjo la profesión de votos de los Primeros Hermanos.
- La sepultura del primer Hermano que ingresó a la Congregación, Ives le Fichant, y que fue el primero en morir.
- La Capilla de la Casa Madre y la tumba de nuestro Padre.
- El dormitorio de nuestro Padre Juan María en la Casa Madre.
- La capilla donde profesaron sus votos las primeras Hijas de la Providencia en San Brieuc.
- La casa de la Chesnaie y la cruz del Misionero.
Cada lugar dio motivo para realizar una celebración en forma comunitaria. En lo personal, fueron los momentos más lindos. Poder renovar los votos en la Capilla del Padre Eterno, pedir fidelidad a Dios en la Sepultura del Hno Ives le Fichant, dar gracias a Juan María en su dormitorio y frente a su sepultura, imaginar a Juan María y a Feli en La Chesnaie, y sentir admiración por los Hermanos Misioneros frente a la cruz donde eran bendecidos y despedidos por sus Hermanos.
Para terminar, tener un recuerdo especial por los Hermanos con los que compartimos la experiencia y pedir a Dios que los bendiga en la Misión de dar a conocer y hacer amar a Jesucristo en los lugares a los que los ha llevado el mandato de Juan María: “Siembren mucho”.