Durante el año 2005 una comisión de Hermanos (Luis y Benito) y Laicos de Argentina (Deidi) y Chile (Jorge) preparamos el encuentro e invitamos a hacer proceso en las comunidades locales.
Nos encontramos en Culiprán unas 96 personas para celebrar el primer encuentro de Misión Compartida, unos 35 Hermanos y 60 laicos (de pastoral, educación, familias y jóvenes) de los 4 países: Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay. El Hno Asistente Josu Olabarrieta nos acompañó.
El clima de fiesta, reflexión, vida compartida que se vivió fue precioso. La comunidad local estuvo en todos y cada uno de los detalles. La experiencia de acogida en las familias fue muy valorada por todos. Algo nuevo está naciendo, ¿no lo notás?
Algunas convicciones que se han puesto de manifiesto:
- Tenemos que trabajar juntos hermanos y Laicos con estas características: no dependiendo de los Hermanos pero sí apoyándonos. Los HH son la comunidad de referencia.
- Afianzar algún equipo de gente que comparta momentos de oración, vivencias,…
- Respetar los tiempos de cada uno y saber esperar
- Quienes toman las decisiones de los colegios tienen que estar convencidos de la misión compartida.
- El germen de nuestra tarea son los niños y debemos priorizar nuestra presencia entre ellos.
- Se requiere de formación continua y permanente a partir de la convicción de la necesidad de hacerlo.
- Se necesita profundizar los lazos a partir del conocimiento y el amor por la vocación propia y del otro, y establecimiento de relaciones sanas entre todos los agentes de la comunidad educativa.
- Partir de una Iglesia en la cual todos somos pueblo de Dios y crecer en la vivencia de la Palabra desde el lugar de cada uno sin invadir el espacio del otro en un contexto de reciprocidad.
- No basta solo la buena voluntad, sino un compromiso de relación y de escucha atenta que sirva de base para permitir un crecimiento como comunidad menesiana.
- Es un proceso de fe personal que nos obliga a tomar conciencia de la necesidad de conocer y profundizar el carisma.
Algunos de los compromisos que surgieron de aquel encuentro:
- Itinerario de oración y formación. Cada 15 días juntarnos para rezar y cada 15 días formarnos. Intercaladamente.
- Reuniones mensuales.
- Formación Menesiana, Plan de formación.
- Formar un Equipo animador de tales reuniones.
- Compartir nuestra experiencia con los demás.
- Continuar e incrementar los procesos de formación incluyendo una formación que tenga que ver con propuestas y otra que tenga que ver con la oración y procesos de fe.
- Con la base del grupo animador que concurrió a Chile, integrar los demás grupos de acción pastoral en la escuela para comenzar a establecer acciones que nos permitan avanzar en la misión.
- Crear una comunidad juvenil que sirva de semillero.