Roma, 14 mayo 2022.-
Queridos Hermanos y Laicos/as del Distrito Divina Providencia:
Tras la visita a los diferentes centros, comunidades y obras educativas menesianas del Distrito durante las últimas semanas, quisiera hacerles llegar estas palabras de agradecimiento por todo lo vivido y compartido, pero, sobre todo, por la vida menesiana que, día a día, hacen realidad en los diferentes lugares, por el testimonio de entrega y dedicación a niños y jóvenes, por el compromiso de cada uno/a con la misión y por todo el cariño recibido que expresa también un sentimiento de unión con el resto de la Congregación.
Doy gracias a Dios por este tiempo en que me ha permitido conocer un poco más la vida menesiana en los diferentes lugares, ver un poco más de cerca la vida de los centros educativos y entrar en contacto con personas (directivos, educadores, algunas familias y alumnos, …) que me han posibilitado un pequeño acercamiento a las diferentes situaciones que viven.
Quiero también agradecer al Hno. Benito por todo este tiempo que hemos compartido visitando el Distrito. Los mil y un detalles de la preparación y el desarrollo de la visita han sido un tiempo de gracia compartido durante unas 7 semanas. Gracias, Benito, por tu cercanía y tu fraternidad.
La visita me ha permitido un contacto con cada comunidad, rezar junto a los Hnos., compartir un tiempo de encuentro comunitario y personal. También pude vivir los días más significativos de la Semana Santa junto a tres comunidades reunidas en Buenos Aires. Ha sido un tiempo fraterno y enriquecedor. Doy a todos las gracias por lo vivido.
En algunos de los centros he podido tener contacto con grupos de alumnos/as. He visto jóvenes que se sienten parte de la vida menesiana, que agradecen la educación que reciben viendo que les abre caminos en el mundo actual y les dota de unos valores importantes para integrarse en la sociedad. También he podido participar en algunos momentos de oración con ellos.
En los lugares donde he podido tener contacto con educadores he visto una gran dedicación a los alumnos/as, especialmente en este tiempo de reinicio de la actividad lectiva de forma presencial. La escucha, la cercanía a alumnos/as y familias, la dedicación y preocupación por cada uno/a, … son elementos generadores de una auténtica «comunidad educativa» que teje lazos más allá de la propia actividad escolar, añadiendo un plus de cariño y cercanía que la hacen más enriquecedora para todos. Es uno de los rasgos de la educación menesiana que se hace vida real en la situación actual. Gracias.
También he podido constatar la dedicación a los más pobres y vulnerables en las obras y centros del Distrito. Además del apoyo a los centros que trabajan en países y entornos más débiles socialmente, las diferentes iniciativas de merenderos, apoyo escolar, proyectos sociales… que se desarrollan los distintos sitios, manifiestan una clara opción del Distrito por estar presentes allá donde la necesidad es mayor y por educar, en todos los lugares, en una conciencia de fraternidad universal que nos llama a la solidaridad y a poner nuestras potencialidades al servicio de todos, principalmente de los más necesitados. Gracias.
Es una gran alegría poder encontrar jóvenes que se plantean la pregunta sobre la vida de Hermano y conocer laicos que buscan y profundizan el sentido de su misión como educadores menesianos. Próximamente el Distrito va a acoger al joven Ángel de Gabriel (joven mexicano) para vivir el tiempo de noviciado en El Alto. La pastoral vocacional de la Familia Menesiana es una prioridad vivida con fuerza en todo el Distrito, como desarrollo de las llamadas del Capítulo 2019. Quiero agradecer y alentar a toda la Familia Menesiana en sus esfuerzos en este campo, abriendo a los jóvenes a las preguntas vitales que den sentido y les animen a dedicar la vida al servicio de niños y jóvenes. El testimonio de cada comunidad y de cada uno es la mejor invitación que podemos hacer. Sigamos cuidándolo. Continuemos pidiendo al Señor que acompañe nuestra fidelidad y entrega, para que la Familia Menesiana siga siendo buena noticia para muchos.
Igualmente, he podido compartir algunos encuentros con grupos de laicos/as que han participado en los procesos de formación «pertenencia» en diferentes lugares. Un elemento que destacaría es la presencia en estos grupos de una proporción muy importante de educadores de los centros. Sin duda, es una fortaleza que ayuda a entender la misión menesiana de manera global y desarrollarla de forma unida y coordinada. En los lugares donde esta iniciativa tiene, por ahora, menos desarrollo, también he podido ver el interés por conocer diferentes ámbitos de vida menesiana (historia, pedagogía y espiritualidad).
Quiero animar a todos a seguir conociendo, desarrollando y viviendo el texto de la Familia Menesiana en profundidad, de forma que sea para todos/as un camino de enriquecimiento.
En todos los lugares he tenido encuentros con los directivos de las obras educativas. La primera palabra que debo decir es «gracias». La responsabilidad sobre los centros educativos es todavía más compleja en las circunstancias vividas los últimos años. Hablando con ustedes he podido ver el esfuerzo organizativo que el tiempo de pandemia ha supuesto, la preocupación por acompañar a los educadores, la dedicación a alumnos/as y familias con mayores dificultades, …
No es menos importante el esfuerzo necesario para volver a la actividad «normalizada». En varios lugares he visto la preocupación y el esfuerzo de los Equipos Directivos por ayudar a los alumnos/as y educadores que más dificultades están teniendo. Problemas de conducta, de falta de rutinas de trabajo, problemas de aprendizaje agudizados, problemas de convivencia, … he sido testigo de encuentros para abordar estos temas primando la preocupación por el chico/a, tratando de buscar lo mejor para cada uno/a.
También he podido compartir algunos momentos de encuentro con el Equipo de Misión del Distrito. Pienso que tanto la profundización en el conocimiento mutuo como la colaboración, están ayudando, desde la fundación del Distrito, a crear una mayor unidad entre todos. Conocer cómo se desarrolla la vida menesiana en otros lugares y circunstancias es enriquecedor para todos. Gracias.
Un tema que ha acompañado la visita por los diferentes lugares ha sido el reciente nombramiento del Hno. Carlos Lovatto como nuevo Visitador del Distrito. Es justo reconocer el trabajo y la dedicación del Hno. Benito quien, primero como Provincial de La Inmaculada y, después, como Visitador de Divina Providencia ha dedicado mucha vida, tiempo y esfuerzo a la animación y acompañamiento de esas comunidades. Las expresiones de cariño y afecto vividas al pasar por las comunidades así lo han hecho patente. Agradezco, tanto al Hno. Carlos, como al Hno. Benito, su generosidad y entrega en favor del Distrito. Pido al Señor que acompañe sus nuevas misiones, les dé fuerza y capacidad de escucha a todos y les sostenga en todo momento.
Doy gracias al Señor por el tiempo compartido con ustedes, por todo lo que cada día hace realidad la vida menesiana en esas hermosas tierras. Pido para que la Divina Providencia acompañe a cada uno/a, que nos dejemos conducir por ella y confiemos así en el Señor resucitado que celebramos en este tiempo de Pascua.
Gracias
Hno. Miguel Aristondo
(Al H. Ambroise, 12 de junio de 1848)
«Oremos mucho y abandonémonos con espíritu de fe a la divina Providencia.»