Los 60 educadores, provenientes de las 10 comunidades menesianas de los cuatro países del Distrito Divina Providencia, veníamos a participar de la Escuela Menesiana II, tal vez con una sospecha de prolongación de nuestra hermosa primera experiencia de Escuela Menesiana I. El Espíritu, que hace nuevas todas las cosas y cosas nuevas, nos sorprendió.
Unidos por un mismo sentir nos reconocimos una vez más como Familia; pero, al mismo tiempo, el dejarle, intencional y metodológicamente, lugar a la acción del Espíritu, nos señaló nuevos horizontes personales, comunitarios, y nos sopló intuiciones inéditas.
Constatamos que la identidad de la escuela católica menesiana es un manantial aún por explotar y capaz de seguir desafiándonos. Tomamos conciencia de la responsabilidad de no sólo custodiar la herencia carismática sino, de acrecentar en Iglesia el patrimonio que se nos confía. El análisis del último documento eclesial sobre la educación católica, y el documento Educación Menesiana, fueron los insumos inspiradores para mirar nuestra realidad.
Sin duda alguna, nos llegaron hondo los momentos de silencio contemplativo y la práctica de la conversación espiritual. Hicimos experiencia de ponernos a la escucha del Espíritu antes de llenar nuestros intercambios de nuestros propios intentos de conquista de oratoria.
La Escuela Menesiana II fundamentada en las bases que un día aceptamos como nuestra forma de ser educadores, nos confirma en la vivencia de la corresponsabilidad a la que nos invita la Iglesia sinodal. Cada uno de los equipos que participaron asumieron el compromiso de llevar adelante en su comunidad local, el proyecto de intervención que discernimos y diseñamos.
El itinerario no termina aún. Restan dos encuentros virtuales de los 60 participantes y dos instancias presenciales en cada comunidad local.
Permanecemos abiertos a lo que el Espíritu pueda aún sugerir.
Queremos destacar la participación de los alumnos del Instituto Nuestra Señora del Rosario (Bialet Massé) en la ceremonia inaugural y el aporte creativo de las delegaciones presentes.
La Escuela Menesiana II aún no ha acabado aún. Lo mejor está por venir.
Hno Guillermo