Los días 8, 9 y 10 de marzo en la ciudad de Quito, Ecuador, tuvo lugar el V Congreso de NG de la CLAR, del mismo participaron 108 Jóvenes religiosos de 16 conferencias nacionales de la vida religiosa de América Latina y en el Caribe.
Fue una experiencia de Pentecostés por eso fue una experiencia sinodal, no solo por el encuentro de vida religiosa joven sino también cultural de la vida de cada uno de los que participaron. La diversidad nos hace sinodales y por eso nos hace ser Iglesia.
El método de la conversación espiritual en la comunidades de vida fueron ricas y con mucho cariño y respeto en el compartir, nos ayudó a conocer lo que el Espíritu nos decía en las dimensiones de espiritualidad, vida fraterna/sororal y servicio misión.
Fue un tiempo de mucha escucha a los hermanos y a uno mismo.
Uno de los desafíos es poder demostrar el don de ser religioso joven hoy y vivirlo con alegría, otro es la vida fraterna partiendo de la cultura del cuidado y la misión de un activismo evangélico.
Todo eso me conduce a la osadía de esta vida entregada que me lleva a responder parte de la pregunta que nos hizo la Hna. Liliana Franco, presidenta de la CLAR: ¿Por qué sigo hoy?
Hno Walter
