Desde el 13 de julio al 13 de agosto, tuve la alegría de participar en la casa Madre de la Formación destinada a los Hermanos que realizaremos la profesión perpetua.
La sesión fue acompañada por el Hno. Gildas Prigent, Hno. Herve Asse y Hno. Vincent Ssekate
Uno de los ejes principales de la formación fue un peregrinar por los lugares Menesianos: origen de la congregación, por los lugares propios de la vida de Juan María y de Gabriel. Visitar cada lugar fue un momento de oración y emoción, una experiencia de conexión con las raíces de toda la congregación, que lleva más de 200 años.
A la mitad del mes de formación tuvimos la experiencia del retiro en una Abadía Trapense, cercana a la Casa Madre, la cual está tocada por lo Menesiano, ya que es el monasterio donde se refugiaron los Hermanos cuando fueron expulsados de la casa madre durante la guerra.
El retiro ayudó a que todos los hermanos que participamos pudiéramos entrar más en la experiencia de entrega total de nuestra vida y de encontrar en María una compañera de camino y ejemplo de entrega.
Otro gran eje de formación fueron los Votos Evangélicos, el sentido de cada uno de ellos hoy y cómo se vivieron en la historia del Instituto, ayudados por la reflexión de los documentos de la nueva regla de vida, y del capítulo General 2024, junto a los textos del Padre La Mennais.
El eje más importante de esta formación fue el desafío de conformar una comunidad durante un mes, el proyecto comunitario que realizamos los 27 hermanos partícipes, nos dispusimos a vivirlo con alegría como hermanos que vivimos en Haití, Uganda, Rwanda, Tanzania, Kenya, Togo, Congo RDC, Senegal, Indonesia, Roma, Francia y Chile, pero unidos por un mismo espíritu y un mismo cuerpo.
Fue un tiempo, en lo personal, de conocer más las raíces de la congregación pero también de descubrir el compromiso de conocer lo que es ser parte de esta congregación, por eso agradezco el haber vivido esta experiencia, pero sobre todo agradezco a cada hermano con los cuales construimos lazos y cercanía en cada momento.
Fue una invitación a seguir aprendiendo y disfrutando la alegría de ser Hermano como los Fundadores soñaron y hoy queremos vivir.
Hno Walter Muñoz