Del 24 al 26 de julio de 2025 se llevó a cabo el Encuentro Presencial de la Escuela Menesiana II en Bialet Massé, Córdoba. Participaron representantes de las comunidades educativas de Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay.
Durante estos días, trabajamos en la elaboración de un proyecto que busca hacer más explícita la misión evangelizadora de la Escuela Católica Menesiana. Este proyecto nace del corazón mismo de nuestra identidad educativa carismática, tal como se expresa en el documento “La Educación Menesiana”.
Una escuela para dar a conocer y amar a Jesucristo
La Escuela Menesiana existe para “dar a conocer y amar a Jesucristo”. Esta misión solo puede cumplirse si los educadores menesianos cultivamos una profunda sensibilidad espiritual, nacida del encuentro personal con Él. ¿Cómo podríamos reflejar la bondad con la que Jesús se vinculaba con los pequeños, si no mantenemos un trato cercano y constante con su persona?
La Educación Menesiana es Buena Noticia
Como educadores menesianos, estamos llamados a ofrecer una propuesta educativa que evangelice la cultura. Esto solo es posible si la propuesta conjuga evangelización con excelencia pedagógica. Por eso, la formación continua no es una opción, sino una responsabilidad que emana de la misión que hemos recibido.
Sin una cultura de formación e innovación permanentes, no encontraremos caminos creíbles de evangelización para nuestros niños y jóvenes.
Una escuela que teje lazos de fraternidad
En la Escuela Menesiana, el estudiante está en el centro. Toda nuestra propuesta existe para responder a sus necesidades, construyendo lazos de comunidad marcados por la ternura y la firmeza, con el compromiso de defender la vida en todas sus dimensiones.
El grito de los más vulnerables conmueve el corazón menesiano. El educador menesiano cree profundamente en la posibilidad de transformación: aunque los seres humanos pueden caer, también pueden levantarse, optar nuevamente por el bien y regenerarse, incluso frente a los condicionamientos más difíciles.
Una misión compartida y audaz
Nuestras comunidades educativas están llamadas a tejer un fuerte entramado comunitario, educando en una ciudadanía activa y responsable, y formando personas solidarias capaces de mirar la vida desde la perspectiva de los más excluidos.
Hoy más que nunca sentimos la urgencia de asociarnos con organismos eclesiales, civiles y organizaciones no gubernamentales, para detectar necesidades y ofrecer respuestas concretas que promuevan y defiendan los derechos de la infancia.
Debemos ser audaces. Si no avanzamos en este camino, corremos el riesgo de que la Escuela Católica Menesiana pierda su identidad y se convierta en una propuesta sin voz propia, una más entre tantas.
Hemos recibido una vocación maravillosa que nos vincula a la Comunidad Educativa Menesiana. Pongamos todo de nuestra parte para que dé frutos abundantes.
Esperemos que las semillas que se han sembrado ahora en el fondo de los corazones permanezcan durante un cierto tiempo y que quizá un día germinen y se desarrollen gracias a los cuidados de aquellos a quienes se ha confiado cultivar esta pobre tierra.
juan maría de la mennais
Hno. Carlos Lovatto