Jóvenes universitarios menesianos por más vida

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Retiro - Bialet Massé, 15-17 de agosto

Jóvenes universitarios menesianos por más vida

«Dios quiere hablar a un alma y unirse a ella, la conduce a la soledad y allí se complace en adornarla con sus dones, revelarla sus secretos, bañarla en su luz y alimentarla de un maná escondido y delicioso, emborracharla de alegría y de amor»
(Juan María de la Mennais, S VIII p 2424)

“La acción pastoral que animamos debe fructificar en comunidades de vida cristiana integradas principalmente por exalumnos, que buscan en la espiritualidad, pedagogía y misión Menesianas los dinamismos que les ayuden en el crecimiento de su fe.”
(Capítulo Provincial, p.22)

Una vez más, jóvenes universitarios menesianos, que están buscando caminos de vida personales y comunitarios, se encontraron en nuestra casa de Bialet Massé para compartir unos días de retiro.

Del Colegio Teodelina participaron: Sabrina Cavallaro, Cecilia Colombo, Soledad Maceratessi, María Ana Panigutto, María Emilia Paolinelli, Leila Torres, y Romina Sanabria, acompañadas por el Hermano Wenceslao.

Del Colegio La Mennais de Montevideo lo hicieron: María Eugenia Sciutto, Nicolás Iglesias y Nacho Tisnés. Los acompañó Carlos Barlocco, exalumno y bibliotecario del colegio.

El Instituto San Pablo de Luján de Cuyo estuvo representado por: Antonela Porta y Romina Livellara. Los acompañaron Mauricio Achém, exalumno y profesor del Colegio y el Hermano Benito. Ellos tuvieron la responsabilidad de la animación general del retiro.

Los locales fueron: Nadia Vidal, Melisa Zuriaga, Ana Ruiz y Virginia Torletti. Les acompañó Ramiro Kinen, Director de Pastoral.

A continuación los protagonistas nos comparten su cosecha mientras esperamos algunas fotos para nuestra galería:

“Viví experiencias muy fuertes en estos días. La verdad es que no sabía cómo iba a ser, no había pensado mucho, pero resultó muy bueno, siento que realmente lo aproveché y disfruté.”

Maru

“Siento que pude encontrarme con Dios, pude aprender y llenarme.”

“Agradezco a Dios por llamarme a esto, muchas cosas han pasado desde mi último retiro, hubo cosas en las que me fui desviando, y necesitaba un espacio así para recompaginar algunas cosas.”

“El retiro fue fructífero para mí, ya que lo estaba necesitando, necesitaba parar un poco y ponerme a pensar en mi vida, en mis proyectos. Puede descubrir nuevamente la presencia de Dios, un Dios que nos ama y espera.”

“Recién cuando venía en el micro me cayó la ficha de lo que iba a hacer y si me sentía preparada para hacerlo. Por supuesto empezaron a aparecer los miedos, las dudas, los temores…
Me llevo una de las mejores experiencias vividas guardadas en mi memoria y en mi corazón. Aprendí a ver las cosas y los problemas de otra manera, a valorar lo que tengo y sobre todo a mi familia y a Dios.”

“Muchas gracias por enseñarme y ayudarme a reencontrar a Dios y a volver a ponerlo en el centro de mi vida.”

Anita

“Son muchas las cosas que me llevo: las ganas de seguir luchando, de seguir volando por mis proyectos, mejor dicho, por tus proyectos Dios mío que los ponés en mi camino. Mi corazón sale renovado de acá…”

Ceci

“Tengo que reconocer que este retiro me traspasó el corazón, me di cuenta de que estaba más alejada de Dios de lo que yo creía, y descubrí, mejor dicho ya lo sabía, pero empecé a sentir un nueva imagen de Dios: bondadoso, misericordioso, que me ama sin que yo haga nada, que es puro amor de Padre-madre, que da la vida por mí a cambio de nada.
Doy gracias a Dios por haberme puesto acá y reencontrarme con él, conmigo misma y con estos lazos-chicos que todos tiramos para el mismo lugar.”

Nadia

“Mi experiencia ha sido maravillosa, por todo lo que ha significado en mi vida: el reencuentro con Dios. Me pareció fantástico el encuadre, los temas, me tocaron muy hondo.”

Virginia

“Es un proceso de cambio, o por lo menos de concientización en apenas tres días. Dios se fue metiendo de a poquito en mi mismo. Me puso a toda esta gente en el camino para hacerme dar cuenta de que ser yo mismo está bien y soñar mucho más. Rompí el silencio conmigo mismo, un ardor vuelve y el sol de nuevo es símbolo de Dios. Otro símbolo aparece, otro que siempre estuvo, los niños. Los niños por los cuales me di cuenta que había que tomar una opción de vida, como lo hizo Juan María. No me voy solo.”

Nico

“Fue muy enriquecedora, puede valorar ciertas cosas que en mi vida estaban desapercibidas, me ayudó mucho a crecer en mi fe, en la relación con Dios. Me pude dar cuenta de que Dios siempre está a mi lado.”

“El retiro colmó todas mis expectativas. Me encontré conmigo misma, me encontré con lo demás (lo hice con mis amigas de la vida, las personas que quiero) y me encontré con Jesús. Gracias a él estoy acá.”

“Como dice Juan María el tiempo de retiro es el tiempo de los milagros, donde consultamos a Dios. Él nos habla al corazón y nos revela verdades, pero para eso tenemos que estar dispuestos a escuchar.
Sondeamos nuestros corazones y en eso miramos con ojos de fe nuestras relaciones familiares, nuestras relaciones con la realidad que nos provoca y nos llama, la misión que tenemos como menesianos y nuestro proyecto de vida, entre otras cosas. Vivimos al igual que Jesús tres momentos importante de su historia, pero con “nuestra propia historia”: el desierto que es un lugar de encuentro y desencuentro con Dios, Egipto luchando para ser libres y la tierra prometida el lugar de la conquista.
Personalmente no me alcanzan las palabras para agradecer por esta oportunidad que es valiosísima. Realmente para mi fue un tiempo de milagro.
Fueron tres días muy intensos en donde pude escuchar con los oídos del corazón y recibí respuestas que verdaderamente me llenan de felicidad.
También tengo que darle gracias a Dios, porque por medio de personas concretas que hicieron de ángeles, pude descubrir su presencia. Reconocer la presencia de Jesús en los demás es maravilloso.
Ahora es mi misión y la de cada uno de los que participamos de este retiro, ser imagen viviente de Jesús, en todos los lugares en los que estemos.”

Leila