Este año 2004 nos presenta un nuevo lema “Yo soy el camino …Ven y sígueme”.
Estas frases las encontramos en el Nuevo Testamento y son dichas por Jesús. La primera dirigida a Tomás, uno de los discípulos; la segunda a un joven, textualmente dice: “Jesús lo miró con amor y le dijo:…”. Una afirmación y una invitación.
Como siempre nuestro lema es acompañado por un dibujo, al mirarlo encontramos la frase, y en el centro la mirada de Jesús, mirada de amor como la hecha al Joven.
Al hablar del camino, la primera imagen gráfica que viene a nuestra mente es la de los pies, la de las huellas, y ellas están presentes en el dibujo, en variedad de tamaño, en variedad de colores, estas huellas quieren ser cada uno de nosotros, huellas que se superponen y forman un tercer color, huellas que se superponen y dan la idea que otras ya han recorrido este camino…
En la parte superior en marca de agua distinguimos nuestro D+S, ese signo que identifica nuestros colegios, nuestro estilo de educación.
Y un detalle a tener en cuenta el color anaranjado de la palabra camino se repite al escribir el año 2004. Este lema, quiere ser una invitación a caminar juntos este año 2004. La razón de ser de un camino es hacer posible la comunicación entre diversos lugares, del modo mas fácil y directo. Siempre hay un punto de partida y un destino, para alcanzarlo fue marcado, hecho sendero, por los pies de un caminante.
En sus escritos, Juan María nos dice:
“Cuando dice que (Dios) quiere nuestra santificación, es como si dijera que quiere encontrar en nosotros las perfecciones de su Hijo: que estemos en algún modo revestidos de Jesucristo.
… Que sigamos a Jesucristo en todos sus caminos… que juzguemos todas las cosas como El las juzgó, que amemos lo que El amo, … que despreciemos lo que el despreció, que odiemos lo que El odió…
En una palabra que todos nuestros pensamientos sean conformes a sus pensamientos y que seamos su imagen viviente”.
Seguir a Jesús implica conocer su vida, sus actitudes, sus sentimientos, por que se la jugo…. que no acepto….. que le daba bronca, que aplaudía, felicitaba y animaba…
“Que el amor fraterno reine entre todos los miembros de la misma comunidad.” (Regla de 1835)
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