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Lema anual > 2008: Los pequeños piden pan: cuento contigo
2008: Los pequeños piden pan: cuento contigo
El lema del 2008
Vuelve sobre las raíces de nuestra identidad. Juan María fue un hombre con los ojos bien abiertos a la realidad y con un corazón que se dejó interpelar por ella, y así descubrir el querer de Dios. Sus sentimientos, sus criterios, sus preferencias, sus deseos, se inspiraron en el sentir de Dios.
Los pequeños…
El libro de las Lamentaciones (4, 4) deja al descubierto al Dios del Antiguo Testamento: “Los niños piden pan y no hay nadie para partírselo”. Jesús, en la Nueva Alianza, a ejemplo de su Padre, estuvo atento al clamor de los pequeños: “Tuvo compasión porque estaban como ovejas sin pastor” (Mc 6,34). “Denles ustedes de comer” (Mc 6,37)
- La sensibilidad de Juan María tiene su fuente en la sensibilidad de Dios. Nuestro Padre Fundador acoge la llamada que recibe de los gritos de los pequeños, y busca colaboradores para ser la Providencia de Dios para ellos: “Hermano ¿dónde estás? He aquí los pastores que quieren asociarte al cuidado y defensa de su rebaño: ¿dónde estás? He aquí los pequeños niños que piden que se les enseñe la doctrina de la salvación; piden el pan de vida y no hay nadie para partirlo. Hermano ¿dónde estás?” (Juan María de la Mennais)
Hermano, ¿dónde estás?
Educador Menesiano, ¿dónde estás?
Joven Menesiano, ¿dónde estás?
Madre-Padre Menesiano, ¿dónde estás?
- El proyecto educativo menesiano no se conforma con una mirada exclusiva hacia el interior de la comunidad. Como Juan María, el corazón también se nos estremece ante la situación de los pequeños que están más allá de los límites de nuestra realidad más próxima, y buscamos juntos nuevas respuestas.
Piden pan
El pan es el alimento necesario para crecer y completar la obra de Dios en cada persona. Los pequeños piden: el pan material, el pan de la instrucción, el pan del sentido de vida, el pan del Evangelio… Sus gritos se hacen oír de diferentes formas: hambre material, reclamos de afecto, fracaso escolar, soledad, violencia, depresión, excesos, evasiones,… Pero, también sus pedidos se hacen sentir en actitudes que reflejan que buscan un sentido más profundo a la realidad: voluntariado, donación de su tiempo, deseo de ser protagonistas, querer permanecer en el colegio, reclamo de nuestra presencia, sensibilidad ante el sufrimiento, deseos de cambiar situaciones personales o del contexto,…
- Como comunidad educativa cristiana estamos llamados a interpretar los pedidos de los “pequeños”. En la escuela de Cristo-Maestro, nos convertimos en discípulos para aprender a descifrar el hambre profunda de Dios que esconden, y proponer los medios para facilitar el encuentro vivo con la persona de Jesús.
- La escuela menesiana es la mesa redonda donde se comparte con todos sin excepción el banquete del Reino que llena el corazón del hombre.
¡Cuento contigo!
- Si tenemos nuestros ojos y oídos abiertos leeremos la realidad como una llamada. Muchos no creyentes, que dicen que no les inspira ninguna motivación religiosa, se sienten urgidos a dar una respuesta a los pedidos de los pequeños de este mundo.
- Dios nos envía como sus ministros a ser testigos de su tierna Providencia, poniéndonos al servicio de la Vida. Es la invitación que Dios quiere que le hagamos a los jóvenes en su Nombre. Cristo llama a los jóvenes a participar de la misión de aliviar el dolor de la humanidad.
- Juan María nos llama a asociarnos a la respuesta que Dios inició por medio de él y que hoy necesita de testigos para encarnar a Jesús entre los pequeños (niños-jóvenes) escuchando sus gritos, y llevándolos al encuentro con su Padre.
- Es también la invitación de la Iglesia en Aparecida a “entrar en la dinámica del Buen Samaritano que nos da el imperativo de hacernos prójimos, especialmente con el que sufre, y generar una sociedad sin excluidos siguiendo la práctica de Jesús que come con publicanos y pecadores, que acoge a los pequeños y a los niños, que sana a los leprosos, que perdona y libera a la mujer pecadora, que habla con la Samaritana.” (Documento de Aparecida, número 135)
Mirando el logo
Algunas pistas:
- La flor que constituye el elemento fundamental del logo, no es una rosa, una orquídea o un lirio. Es una simple margarita.
- Una flor sencilla que nos recuerda a lo ‘pequeño’, y en la que a pesar de sus “carencias” ya se deja entrever su belleza.
- Sus pétalos tienen forma de mano abierta que pide, que se abre al otro (y al Otro) desde su necesidad.
- Es una forma incompleta. Le faltan algunos pétalos para alcanzar su plenitud. Su necesidad es específica. No se trata de “dibujarle” cualquier clase de pétalo sino aquellos que le ayuden a convertirse en lo que está llamada a ser.
- La flor como los pequeños necesita de cuidados especiales para crecer:
- Un lugar donde ser plantada, protección,…
- El sol, la luz hacia donde orientarse
- El agua, nutrientes
- Un cuidador: proporciona elementos en su justa medida, que respeta el tiempo de la flor,…
- En su centro descubrimos el Dios Solo, de donde se estructura su existencia.
Pistas para su utilización en la pastoral educativa
La expresión piden pan puede ser el punto de partida para la elaboración del proyecto del año.
- ¿A qué pedidos estaremos atentos?
- ¿Cómo nos piden pan nuestros niños y jóvenes?
- ¿Qué pan necesitan? ¿Qué pan necesitamos nosotros?
- ¿Qué pan (alimento) ofreceremos en nuestro Colegio (Comunidad, familia,…)? ¿Fast food (comida rápida)? ¿Pan congelado? ¿Pan exclusivo para exclusivos? ¿Pan de molde? ¿Artesanal?
- ¿Cómo prepararemos el pan que ofreceremos? ¿Disfrutamos de “amasar” el pan que entregamos? ¿Nos preparamos para entregar un pan de calidad? (¿Disponemos nuestro interior para ir al encuentro de los pequeños? ¿Preparamos nuestras clases? ¿Cómo nos formaremos profesionalmente, teológicamente, espiritualmente?)
- ¿Repartimos nuestro pan? ¿Enseñaremos a amasar el propio pan?
- Solo el que se siente y se sabe pequeño es capaz de pedir. ¿Soy capaz de pedir? ¿Qué pan necesito como educador? ¿Qué pan le pido a mis compañeros educadores?
- Presentar todos los espacios institucionales para los cuales se necesitan colaboradores para llevarlos adelante.
Cuento contigo para:
- Dar catequesis en las escuelitas rurales.
- Dar catequesis en el barrio.
- El apoyo escolar.
- Animar las convivencias de los pequeños.
- Acompañar a los adolescentes a un retiro.
- Organizar la catequesis de Confirmación.
- La catequesis familiar.
- Visitar el hogar.
- Organizar la Campaña solidaria.
- Trabajar a favor de la vida. (Organización de campañas masivas)
- ¡El San Pablo cuenta contigo!
¡El CCC cuenta contigo!
¡El INSR cuenta contigo!
¡La Mennais cuenta contigo!
¡El Centro Dionisio Díaz cuenta contigo!
¡El Teo cuenta contigo!
¡Laico Menesiano, cuento contigo!
¡Hermano Menesiano, cuento contigo!
Encuentro con padres.
- Los padres como los docentes también podrán preguntarse acerca
- Bajo el lema: Mi hijo/a cuenta conmigo, se podrá ayudar a los padres a tomar conciencia de la necesidad que tienen los chicos de la comunicación profunda con sus padres.
- Mi hijo/a cuenta conmigo para… (superar su timidez, vencer su adicción, elegir bien, …) pueden ser los títulos de talleres.
- Se podrá dar pistas para descifrar los mensajes que los chicos les lanzan a los padres para demostrarles que los están necesitando.
- En los encuentros preparatorios a la Primera comunión de los chicos se podrá profundizar el alimento que están acercando los padres a la mesa de los hijos.
- Encuentro de padres e hijos: ¿Qué pan piden los padres a los hijos? ¿Qué pan piden los hijos a sus padres?
Campañas de solidaridad.
- Con el título del lema se podrán realizar las campañas solidarias:
- Los pequeños piden pan
- ¡Cuento contigo!
- Amasando el pan para los pequeños.
- Las campañas pueden ser un momento especial para que algún espacio curricular ayude a tomar conciencia del hambre en el mundo, o de la situación de la niñez, el analfabetismo (08 de setiembre-pan de la instrucción)
Celebraciones.
- Donde se realicen las celebraciones de la entrega de la Palabra, se podrá enfatizar la necesidad de alimentarse del pan de la Palabra, o de recibir la Palabra para entregarla a los demás (a mi familia, a mis amigos,…) Jornada del pan.
- Se podrá ahondar en el carácter misionero de la vida cristiana con motivo de la entrega de cruces:
El celebrante en nombre de Dios podrá llamarlos y cada chico responderá:
Sacerdote: – (Fulano), El Señor te recuerda: Los pequeños piden pan.
(Fulano) responderá: – Señor, ¡cuenta conmigo!
Pastoral Vocacional.
- El lema 2008 es netamente vocacional. Se intentará presentar la vida como una llamada que nos interpela a dar nuestra respuesta. Dios se nos hace presente en las necesidades de los pequeños. Se podrá organizar un taller vocacional en el cual profundizar el querer de Dios de celebrar con la humanidad entera el banquete de la Vida, para el cual cuenta con nosotros para prepararlo.
- ¡Cuento contigo! Repasar las llamadas personales que hizo el Señor a sus amigos (Abraham, Moisés, Jeremías, María, Juan María,…) para colaborar con Él a fin de saciar el hambre de la humanidad.
75º Aniversario de la llegada de los Menesianos a la Argentina.
- El Señor cuenta con los Menesianos para continuar llevando el pan a los pequeños.
- 75 años entregando el Pan de la Instrucción, de la Educación, de la Palabra.
- 75 años alimentándonos de un mismo pan: Dios+Solo.
- 75 años distribuyendo el Pan a manos llenas.
Frases de Juan María
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“He aquí madres inconsolables por ver a sus hijos en malas escuelas y que ningún sacrificio las costaría para contribuir a crear una buena; pero por falta de maestro cristiano, que les enseñe desde la tierna edad hábitos de piedad y de virtud, estos pobres niños no aprenderán nunca a conocer a Dios ni a amarle. Hermano ¿dónde estás?” (Sermón VII, p2203-2208)
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“Ahora bien, ¿qué medio emplear para curar este mal, allí donde existe, o para prevenirlo allí donde no existe todavía? No hay otro, hermanos míos, que buenas escuelas, es decir, escuelas verdaderamente cristianas, piadosas, asilos con los que la religión acoge a la infancia, donde ella le distribuye con sus manos divinas el pan de la instrucción, no menos necesario a las almas que el pan material para el cuerpo; donde les forma en la práctica de las amables y dulces virtudes que hacen el encanto de la primera edad y la dicha de las otras; donde se les da la inteligencia de las altas verdades encerradas en el catecismo que el Hijo de Dios ha querido enseñar a los hombres y que no ha permitido a ninguno de ellos ignorar” (Enseñanza religiosa pp 14-15)
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«Pero si de los grandes bienes que Dios nos llamaba a hacer a la religión por la santa misión que ella ha recibido; si al oriente y al occidente tantos pueblos elevan su voz y nos dicen: dense prisa por anunciarnos la buena noticia de la salvación, porque tenemos hambre, tenemos sed, seremos dóciles a sus enseñanzas, no trabajarán en vano; y si tenemos el dolor de no poder distribuir el pan de la instrucción a tantos desgraciados que se sienten privados y que nos lo piden, ¿de quién es la culpa? ¿Quién dará cuenta de esta gran responsabilidad delante de Dios? ¿No serán aquellos que Dios había escogido, marcado, nombrado, para extender su reino, para ser los instrumentos de su misericordia y que me atrevo a decir, han arrojado al viento esta vocación divina, como una cosa de escaso precio y de la que no tienen que dar ninguna cuenta?» (A.310-311)
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«La salvación de un Hermano como la de un sacerdote está LIGADA a la salvación de otros; cuando el último día estemos allí delante el tribunal supremo ¿dónde estarán nuestras excusas si vemos caer en el infierno, una sola alma que podríamos haber liberado con nuestros cuidados caritativos y con el esfuerzo de nuestro celo? ¿Qué podremos responder cuando estas desgraciadas almas nos digan: Dios te había encargado instruirme y me has dejado en la ignorancia; te había encargado socorrerme en mi miseria y has sido sordo a mis gritos; viles motivos de interés, de placer, de orgullo o de ambición te han alejado de mí cuando yo imploraba tu socorro y tu piedad; debías alimentarme, no lo has hecho, me has matado « (S VII p. 2230 )