El lema 2012 es una invitación a revalorizar lo cotidiano (sol), los jóvenes, la educación, la familia, la escuela, la VIDA…
Todos sabemos y hacemos experiencia de que la realidad no es única, ni la misma para todos, sino que es cómo la vemos, es decir que hay tantas realidades como personas nos posicionamos ante ella (las hojas de diferentes colores). En consecuencia no tengo la verdad de la cosa, la mirada del otro puede enriquecerme, abrirme a otro mundo, a otro estilo de percepción, a otra dimensión, etc.
Hay lecturas de la realidad que están avaladas (hojas grandes) y otras que van emergiendo (hojas nuevas)… y que por ser emergentes tenemos que estar atentos a ellas, pues allí se puede estar escondiendo una invitación de Dios a una manera diferente de mirar la vida.
También es una invitación a la esperanza, al optimismo, a rescatar la bueno, lo noble, lo bello, a desinstalarnos del lugar de la queja, del desánimo, del no va más y a tener clara conciencia de que lo mejor está por acontecer; a no demonizar la cultura actual, en especial la juvenil, sino a saber que el Dios de la historia sigue haciéndose presente en medio de ella, y que para descubrir sus huellas es necesario agudizar la mirada, desarrollar “sintonía fina”.
Juan María comparte esta certeza y se lo expresa así a su amigo Querret: «por mi parte, yo no renuncio al estudio de la historia de estos tiempos prodigiosos a los cuales la divina Providencia nos ha destinado, al estudio de esta revolución que ha agitado tan dolorosamente nuestra cuna, y que creo que va a sobrevivirnos; ¿qué hay de más útil y de más serio?».
Sí, ¿qué hay de más útil y de más serio que escudriñar las huellas de Dios en la vida, en la cultura juvenil, la historia de nuestros países, en la poliédrica realidad escolar en la que vivimos nos movemos y existimos?
Hno Benito
“Que el amor fraterno reine entre todos los miembros de la misma comunidad.” (Regla de 1835)
|| Provincia Inmaculada Concepción - Hermanos Menensianos en Argentina y Uruguay | HTML5 | KICKSTART + WordPress ||