Menesianos

“Juan Alberto y yo fuimos compañeros de curso durante toda la primaria, en el Colegio San Pablo (Mendoza). Aún tengo recuerdos de sus gestos, actitudes y palabras. Frecuentemente decía que iba a consagrar su vida a Dios.Al finalizar 7º año, el ya tenía decido comenzar una nueva etapa. Se iba a marchar a Bialet Massé para “ser hermano menesiano”. Durante mucho tiempo no nos vimos. Hasta que en una de tantas actividades, “no sé dónde, ni cuándo”, nos volvimos a encontrar. Estaba obviamente más grande, más maduro, con más experiencia y conocimientos… y sobre todo más convencido del camino que había emprendido.

Nos empezamos a ver más seguido en distintas actividades provinciales, hasta que finalmente nos enteramos que regresaría a Mendoza, para formar parte de la comunidad de hnos. que nos acompañan. Fue una grata sorpresa. Para mí y para todos los que tenían algún recuerdo suyo.

Desde hace un tiempo venimos compartiendo la vida diaria, la misión y muchas actividades. Junto con “Chicho” (Fernando Cicilotto), los tres formamos el Equipo de Pastoral. Intentamos junto con la comunidad, construir un colegio en clave de pastoral; es decir, un colegio en donde en todos lados y en todo lo que hacemos, se haga presente Jesús.

Misión Compartida en Francia.

Está bueno compartir nuevamente la vida. Es una etapa distinta a la que compartimos cuando éramos compañeros de curso, pero igualmente marcada por lo “menesiano” y por Dios.

Me alegra saber que cada día, Juan Alberto, consagra su vida a Dios a través de los niños y jóvenes, como lo quería Juan María.

Me alegra que vaya a realizar su profesión perpetua. Y que además sea aquí en su tierra natal.

¡Le deseo lo mejor, rezo por él y por todos los hermanos y laicos menesianos!”

Iván Vera