¿Cómo empezar a expresar mi sentimiento de bienestar personal? No sé, lo intento y al final del artículo podéis valorar.
Soy Carlos, educador social del Hogar de Acogida Ángel del Centro Menesiano Zamora Joven, de Zamora, España. Allí comienzan mis ganas de acudir a El Alto, Bolivia, impulsadas por el Hermano Nico y al lado de mi compañera de trabajo Ana, observando como desde la ONG SAL se impulsan proyectos educativos para niños y jóvenes, revolviendo mi cabeza y organizándome para poder acudir.
Nos ponemos en contacto con la ONG SAL y las personas que la componen hacen todo lo posible por organizar un mes de vacaciones personales enriquecedoras en el que tenemos varias reuniones sobre el viaje, perdón, no son reuniones, son charlas amistosas.
Así pues, el día 28 de febrero de 2025 salgo de Zamora hacia el aeropuerto de Madrid donde tomo el vuelo que me llevará primero a Santa Cruz y posteriormente a El Alto. Allí me recoge el Hermano Nacho, que junto al Hermano Benito son los pilares fundamentales de la Comunidad Menesiana de El Alto y quienes siempre están atentos para que esté cómodo, respetando mis decisiones con total libertad, por lo que tienen el mayor de mis respetos. Me cuidan con cariño los primeros días ya que el sorojche hace de las suyas y, una vez adaptado, comienza la acción.
Cómo no, la educación en los niños y jóvenes es esencia Menesiana, educación formal, no formal e informal y en El Alto uno puede satisfacer cualquier ámbito: el Centro Infantil Yuriñani liderado por Vero donde acuden niños hasta los tres años, el Centro de Apoyo Escolar Antawara liderado por Flora donde acuden niños de 6 a 12 años y el Centro Social Aynjasiñani donde está el Programa de Apadrinamiento a Familias en situación vulnerable y el Proyecto Conéctate para jóvenes de 12 a 18 años con dificultades en el estudio y con absentismo escolar por diferentes causas personales, familiares y de consumo, liderado por Katy y acompañada por su inseparable Betza.
En el Proyecto Conéctate es donde voy a desarrollar mi labor de voluntario junto a Katy y Betza, ya que me siento más identificado profesionalmente y junto a ellas, con total libertad, tomamos decisiones y acciones para que los jóvenes comiencen a tener una mayor motivación hacia los estudios, siempre en contacto con los profesores del colegio. Apoyamos en estudio por las mañanas después de un buen desayuno y al finalizar comemos juntos antes de que comiencen la jornada escolar por las tardes. Además, con algunos jóvenes hay que contener en la adicción de consumo de sustancias, sobre todo de alcohol. También los viernes hacemos un taller de danza, ya que soy profesor de folklore de Zamora, comenzando un intercambio cultural y etnográfico muy enriquecedor, siendo los propios chicos y chicas los que me enseñan la gran diversidad de danzas folklóricas que existen en Bolivia, momento en el que ellos son los maestros y yo el alumno. Y, así, se pasa un mes que parece que hubiera sido una semana.
¿Se pueden dar herramientas para la educación a los niños y jóvenes que son el futuro? Pregunta para reflexionar de manera personal.
Me vuelvo a España el día de mi cumpleaños con el mayor regalo que uno puede tener: el calor de las personas conocidas en El Alto, que ya son familia, además de sentir que he crecido como persona formando parte de la educación de los ya “mis jóvenes”, de los cuales he aprendido sintiendo un bienestar personal que solo se puede saber cuando se vive.