Se realizó el 12 de julio en la tarde la bendición de las remodelaciones realizadas en “La Capi” (Centro Educativo San Damián).
La Capi, es la Capilla del barrio San Damián, en la zona de los eucaliptos, a orillas de la vía en Villa Gobernador Gálvez.
Allá, y hace mucho tiempo, las Hermanas Capuchinas y los Hermanos Menesianos iniciaron las actividades de merendero, catequesis y apoyo escolar… en los últimos años de la mano del Hno. Juan y miembros de la Familia Menesiana reactivaron la actividad en el lugar; movida continuada por el Hno. Carlos y estos, hasta que en el 2020 se abrieron a una serie de “proyectos educativos” los que exigían mejoras de las instalaciones.
No dudaron en hacerlas, pensando en lo mejor para los niños, niñas, adolescentes y familias del barrio.
Muchas manos dieron una mano para que la obra saliera adelante. La Providencia cobró diferentes rostros y ayudó de diversas maneras a que el “milagro” aconteciera, aún en medio de la pandemia.
Hoy en la Capi se acogen y acompañan a niños, niñas y adolescentes del barrio en una propuesta pedagógica-pastoral con el objeto de sostenerlos en el sistema educativo y apostar a formar personas capaces de apropiarse de lo poco que reciben para crecer en humanidad y hacer experiencia de relaciones posibles por un barrio mejor.
Los educadores que comprometen sus manos, su corazón, su inteligencia y su afectividad en la misión están convencidos de lo que reza una canción del rosarino Fito Páez: «¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón».